Se entiende como autoestima al conjunto de sentimientos, emociones y percepciones que integran y forman la personalidad y actitud de una persona. Está relacionado con su percepción del mundo y su actitud ante él.
La autoestima también está ligada con la capacidad de sentir respeto y confianza en ti mismo y en las demás personas. Juega un rol fundamental para la vida y constituye la base de la suficiencia personal.
Existen tres niveles de autoestima, cada uno responsable de las actitudes, emociones o percepciones que se tengan.
Sus niveles tienden a variar según el entorno o círculo social en el que te encuentres. También por problemas psicológicos.
Usualmente esto se debe a múltiples razones. Todas propias de cada persona y del modo en cómo ve, siente y vive. Falta o exceso de valores tienden a ser los responsables de este desequilibrio.
Niveles de autoestima
Como mencionamos anteriormente, la autoestima corresponde a un proceso gradual. Por tanto, se conoce tres posibles estados. Estos están categorizados como:
- Autoestima alta. Relacionado con el nivel de confianza y aceptación propia de una persona. Si bien una autoestima alta no debe ser un problema, un exceso derivará en realidades distorsionadas.
Lo natural es sentirse a gusto consigo mismo, valioso y aceptado como persona.
- Autoestima baja. Muchas veces, es la responsable en la intensificación o recurrencia de estados depresivos. Está relacionado psicológicamente con los motivos o disposición para la vida.
Los sujetos con autoestima baja tienden a menospreciarse como personas.
- Autoestima media. Oscila entre los niveles anteriores. Varía según el momento y lugar. Hacer sentir a quien la posee como apto o inútil. También corresponde a estándares de confianza bajos y altos regularmente.
Las incongruencias en la conducta se reflejan muchas veces en los actos de la persona. A veces actúan con sensatez y otras no.
Sabiendo esto, se debe tener en cuenta que los estados emocionales correspondientes a la autoestima no distinguen edad ni género.
Los inconvenientes presentados por los niveles de autoestima tienden a afectar el desarrollo natural del ser humano. Especialmente el del niño. Es por ello que conocer las causas de baja autoestima en niños ayudará para su futuro.
Autoestima en niños
La autoestima es un patrón que deben manejarse correctamente en los niños. Baja confianza o exceso de ella puede meterlos en ciertos problemas. Lo mejor será conseguir el equilibro ideal.
Muchas veces los pequeños se ven afectados por acciones y actitudes equivocadas. Es entonces que, como padre o madre, debes actuar para guiarlo hacia una buena autoestima y autoevaluación de sí mismo.
Muchos de los errores cometidos con regularidad por los padres no se corrigen por desconocimiento. Sin embargo, existen maneras de detectar si tu actitud está provocando niveles bajos de autoestima en tus hijos.
También existen ciertos consejos que te ayudarán a regular el nivel de autoestima de tus hijos.
Evita bajar su autoestima
Reconoceremos algunos errores clásicos que comenten los padres y que tiene un impacto negativo en el desarrollo de sus hijos. A menudo, estos consiguen bajar los niveles de autoestima del pequeño
Cuando tus hijos presentan cuadros de baja autoestima, detectarlos no es complicado. Usualmente muestran actitudes evasivas o no se sienten integrados, amados, queridos o aceptados por los miembros de su familia.
Una de las principales consecuencias es el distanciamiento del niño hacia sus padres o seno familiar. Algunas veces, también buscan pertenecer a otros entornos ajenos a los que no deberían.
Es usual que el niño presente problemas en la escuela tanto en aspectos académicos y sociales. Los niveles bajos de confianza no los hará sentirse aptos para realizar ciertas actividades.
Estos son algunos de los consejos que deberás tomar en cuenta para evitar que un bajo nivel de autoestima perjudique su bienestar y desarrollo.
Recomendaciones para cuidar la autoestima de tus hijos
- Evita criticar usando el verbo “ser”. Si el niño se comportó de mala manera en el hogar, en la escuela o en cualquier ambiente, se debe evitar algunas de las críticas más usuales. Por ejemplo, “eres malo” o “eres tonto”.
Lo estarás incentivando a creer que realmente es lo que dices (tonto o malo, por ejemplo). Esto trae consecuencias negativas en su desarrollo psicológico.
- No lo regañes en público. Cuando tu hijo actúa mal, lo mejor será llamarle la atención hablando con él en privado.
- Evita reprocharle el pasado. Reclamarle por malas acciones en el pasado no debe hacerse. Lo mejor es pautar ciertas normas que eviten repetir el comportamiento indeseado.
- No lo compares con otros niños. (hermanos, familiares, amigos). Cada persona es única y él no es la excepción.
Otros consejos para padres
- Como padre o madre, no justifiques tus actos con tus hijos porque en el pasado “a ti también te educaron de ese modo”. Sean llamados de atención, tratos o afecto.
Reconoce los errores de tu crianza y trata de ser mejor con tus hijos para procurar su felicidad y bienestar.
Mantente atento al estado de autoestima de tu hijo. Si notas que su autoestima no incrementa, entonces revisa la propia. Recuerda que las figuras paternas serán los ejemplos a seguir.
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